La manipulación de alimentos es una acción que realizamos a diario y que es muy importante para nuestra salud, ya que muchas de las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA), tienen su origen en la forma de manipular la comida (Organización Panamericana de la Salud).
Afortunadamente, existen sencillas medidas que se pueden adoptar para prevenir este tipo de afecciones. Descúbrelas aquí.
Pero antes:
Aunque este concepto suele estar asociado a las personas que trabajan en la cocina, la verdad es que no es exclusivo de ellas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), manipular alimentos es un acto que todos realizamos a diario, ya sea como profesionales de la gastronomía, como operarios en una planta de alimentos o como personas que se alimentan en casa.
Significa hacer cosas tan simples como tomar un alimento, cortarlo, cocinarlo y comerlo. El problema es que cualquiera de estas acciones puede conllevar a que los productos se contaminen, generando graves consecuencias para la salud.
Hablamos de alimentos contaminados cuando se les incorpora una materia ajena, que tiene la capacidad de provocar una enfermedad a quien lo ingiere.
Existen tres clases:
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De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ETA constituyen uno de los problemas de salud más extendidos en el mundo, causando 2,2 millones de muerte al año.
Entre las enfermedades más comunes, encontramos:
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La buena noticia es que estos riesgos se pueden minimizar, tomando algunas pautas en casa.
El sitio Tu Canal De Salud recomienda prevenir la contaminación alimentaria, siguiendo sencillas medidas.
Hacerlo con agua y jabón, antes y después de ir al baño, y de tocar alimentos.
En caso de tener algún rasguño o corte, se debe desinfectar y cubrir con guantes o apósitos, para evitar que entre en contacto con los alimentos.
No basta con una vez al día. Hay que hacerlo antes y durante la preparación de alimentos, para evitar que queden restos de bacterias que puedan contaminar productos limpios. También extender esta limpieza a los utensilios de cocina.
En caso de dudar de su procedencia, es mejor hervirla para eliminar bacterias y virus.
En el supermercado, la sugerencia es clara: evitar alimentos estropeados, caducados o con mal olor, ya que pueden contener bacterias.
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Siempre hay que cuidar que un producto esté 100% descongelado antes de cocinarlo. Para ello, lo mejor es trasladarlo desde el freezer al refrigerador o, en su defecto, usar el microondas. La idea es evitar que se descongele a temperatura ambiente.
Estas carnes son particularmente delicadas, por eso hay que evitar consumirlas si lucen con alguna característica anormal.
En el caso del pescado, esto es: tono apagado, descolorido, sin brillo, escamas pegadas y carne blanca. En el pollo, evitar su consumo si presenta un color rosado en su interior.
Ya conoces los pasos para hacer una buena manipulación de alimentos en tu cocina. ¡A implementarlos!
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