Los alimentos perecederos son aquellos que por sus características y composición física son susceptibles de caducar o deteriorarse rápidamente y perder sus propiedades originales por factores externos como humedad, temperatura, o presión atmosférica.
Es importante que todo el mundo conozca esta información para evitar enfermedades derivadas de la mala manipulación, contaminación cruzada o mal almacenamiento de los alimentos. Te invitamos a seguir leyendo nuestro artículo para conocer más cómo conservar de forma correcta los productos perecederos.
Los alimentos están compuestos básicamente por distintas proporciones de agua, proteínas, grasas e hidratos de carbono. Cuando un alimento está en contacto con la atmósfera pueden aparecer problemas de base química como reacciones de oxidación, reacciones enzimáticas, que pueden provocar una degradación de las propiedades físicas y comerciales del alimento hasta el deterioro total del mismo.
Los alimentos perecibles juegan un papel determinante las bacterias y los hongos que están entre los microorganismos capaces de destruir estos alimentos. Los alimentos frescos contienen enzimas que favorecen la degradación y que alteran su textura y sabor.
Te interesaría leer: ¿Refrigerador o despensa? Alternativas y métodos de conservación de alimentos
Alimentos derivados de animales, como las carnes o lácteos son algunos de los principales productos perecederos. A continuación, veremos cada uno de ellos:
La principal diferencia entre alimentos perecederos y los no perecederos, es que estos últimos se conservan mucho más tiempo que los primeros. Es decir, tienen una descomposición mucho más rápida.
Estos productos y alimentos se caracterizan por su frescura, pero tienden a deteriorarse un poco antes de tiempo dado a condiciones de temperatura, humedad y presión.
Hay diferentes maneras de evitar que los alimentos se dañen. Conservarlos pudiera ser un desafío si no se manipulan y almacenan adecuadamente en las mejores condiciones, seguras e higiénicas:
Las mercancías enlatadas o selladas al vacío que incluyen carne o productos lácteos, una vez abiertas, se debe considerarlas perecederas y guardarlas en el refrigerador o en el congelador.
El adecuado almacenamiento es fundamental para reducir las posibilidades de contaminación y crecimiento de microorganismos que puedan alterar el producto y, por lo tanto, tu seguridad y la de tu familia.
Te recomendamos leer: E-book: La guía de conservación de alimentos
Ahora que sabes cómo almacenar productos perecederos de forma correcta, te sugerimos seguir estos sencillos pasos para conservar y evitar desperdiciar alimentos. En nuestro blog tenemos los mejores consejos que te ayudarán a proteger cocina y tus alimentos.