Bacillus cereus es un agente causal frecuente de intoxicación alimentaria, es una toxina muy resistente a altas temperaturas. Esta bacteria puede causar envenenamiento alimentario y ocasionar grandes daños a nuestro organismo.
Te invitamos a continuar leyendo nuestro artículo para que te mantengas informado sobre esta letal bacteria que puede producir una intoxicación alimentaria si no manipulas tus productos y alimentos de la forma correcta.
Bacillus cereus es un microorganismo resistente a los procesos de cocción o pasteurización de los alimentos. Se encuentra en el ambiente de forma habitual y tiene el potencial de contaminar fácilmente los alimentos por prácticas de manufactura deficientes, lo cual puede desencadenar enfermedades transmitidas por alimentos a las personas.
El envenenamiento alimentario se define como cualquier enfermedad de naturaleza tóxica o infecciosa causada por el consumo de alimentos o líquidos. El término es habitualmente usado para describir la enfermedad, usualmente vómitos o diarreas causadas por bacterias, virus o otros parásitos.
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Bacillus cereus tiene la capacidad de producir esporas, un estado que le permite sobrevivir los procesos habituales de inactivación de patógenos, como la pasteurización, la cocción, la deshidratación o las bajas temperaturas.
Esto puede provocar contaminaciones en el producto después del procesado y también la contaminación del entorno de trabajo, ya que las esporas pueden adherirse fuertemente a las superficies de acero inoxidable y acumularse en los equipos o utensilios.
Estas esporas son resistentes a baja humedad, altas temperaturas, deshidratación, radiación y acidez. El Bacillus cereus es un habitante habitual saprófito, es decir, se alimenta de materia orgánica muerta o en descomposición que puede encontrarse en el suelo, agua, vegetación y aire, que es de interés en salud pública por ser considerado un patógeno oportunista productor de toxi-infecciones alimentaria.
Las concentraciones de esta bacteria presentes de forma natural en los alimentos son bajas para producir intoxicaciones alimentarias. Sin embargo, el peligro para la seguridad alimentaria puede surgir de una inadecuada conservación de los alimentos.
Si los alimentos se encuentran fuera de un rango de temperaturas adecuadas y durante un exceso de tiempo, pueden potenciar la multiplicación de la bacteria hasta niveles infectivos y la acumulación de las toxinas en los alimentos.
Entre los alimentos más propensos a contaminarse con bacillus cereus tenemos:
Muchos de los brotes de envenenamiento alimentario por bacillus cereus se producen en el hogar por la inadecuada conservación de los alimentos. Si se mantienen los alimentos cocinados a temperatura ambiente durante largo tiempo, las esporas germinan y se multiplican llevando a niveles altos de la bacteria en los alimentos.
Los alimentos son un móvil de transmisión de enfermedades generadas por agentes biológicos, debido a que pueden contaminarse con el aire, agua, suelo, animales, utensilios, el hombre, durante la producción primaria, elaboración, transporte, almacenamiento, y distribución.
La contaminación de los alimentos por Bacillus cereus y toxinas involucra temperaturas de cocción inadecuadas, equipos contaminados, higiene deficiente en el sitio de elaboración y conservación de alimentos antes de su consumo.
Te recomendamos usar estas medidas para minimizar los riesgos de contaminación por Bacillus cereus:
Lavar bien con agua corriente las frutas y hortalizas que vayan a consumirse crudas. No olvides lavarte las manos correctamente antes de cocinar y después de manipular alimentos crudos
Refrigerar los alimentos a temperaturas inferiores a 6°C para limitar el crecimiento potencial de B. cereus en alimentos susceptibles a la contaminación por dicha bacteria.
Lavar y desinfectar los equipos, utensilios y espacio de trabajo de forma periódica y minuciosa con agua caliente y detergentes específicos, antes y después de utilizarlos. El objetivo de una limpieza profunda es necesario para disminuir el riesgo de contaminación
Procura separar los alimentos crudos de los alimentos cocidos o cocinados. No dejes que entren en contacto estos alimentos y asegúrate de que la sangre de la carne roja no toque ningún otro alimento.
Al momento de cocinar completamente los alimentos, debes hacerlo a una temperatura sobre los 70ºC y mantenerlos calientes hasta su consumo.
Refrigerar los platos calientes o sobras, que no se consuman inmediatamente. Se recomienda guardar a temperaturas aproximadas de 4 a 5 ºC.
Te brindamos las mejores recomendaciones para evitar que bacterias y otras plagas contaminen tus alimentos y así puedas disfrutar de tus productos por mucho más tiempo sin afectar tu salud y la de tus seres queridos. Para más consejos sobre conservación de alimentos, te invitamos a seguir leyendo nuestro blog.
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