Los alimentos enlatados son indispensables en nuestra despensa, pues son muy útiles en casos de apuros económicos o situaciones de emergencia.
Versátiles, fáciles de preparar y con una extensa duración en el tiempo, son de esos productos que siempre están. Entonces si los necesitas, los tomas, los preparas y listo.
Sin embargo, pese a que parezcan prácticos y prácticamente invencibles, también requieren cuidados para mantenerse en buen estado. Por ejemplo: una lata de atún abierta, se descompone.
Por eso, es importante que tomes los resguardos necesarios al momento de conservar tus enlatados. Aquí te ayudamos con seis sencillos consejos.
Son productos frescos, que han sido sometidos a un proceso térmico para prolongar su duración. Se guardan en latas, hechas principalmente de aluminio y acero laminado, muy resistente a agentes externos, como la luz, el oxígeno y la humedad.
Aunque los enlatados son productos que parecen muy seguros, también requieren cuidados especiales para mantener los alimentos en buen estado. A veces una simple abolladura o fisura puede significar la entrada de bacterias a los alimentos y un riesgo para la salud.
Para evitarlo, es importante tomar los resguardos necesarios para que tus alimentos se conserven bien por mucho tiempo.
Dependiendo del tipo de enlatado, pueden existir requisitos específicos de conservación. Por eso, fíjate en la fecha de caducidad e instrucciones de almacenado.
Si el etiquetado no contiene muchas información de conservación, recuerda esto: por defecto, la mayoría de estos alimentos deben guardarse en rincones a temperatura ambiente.
El frío, el calor y la humedad, son enemigos de los enlatados, así que evita ponerlos bajo el lavaplatos, sobre las estufas o en entretechos.
No debe presentar ni abolladuras, ni fisuras ni manchas de óxido, ya que pueden ser señal de estar contaminadas. Recordemos que cualquier abertura del envase, por pequeña que sea, puede ser la puerta de entrada de bacterias o virus.
Aunque los alimentos enlatados son conservas, deben tratarse con la misma higiene que los productos frescos. Es decir, hay que mantener la limpieza y desinfección de todos los los lugares en donde se manipula este alimento, ya sea al almacenarlo o al consumirlo. Importante: antes de abrir la lata, recuerda lavar su superficie para eliminar rastros de bacterias.
Te puede ayudar: ¿Cómo realizar una buena limpieza y desinfección de tu despensa?
Un enlatado abierto pierde su condición de alimento no perecible, pasando a ser un producto perecible, y que, como tal, requiere un trato especial para mantenerse en buen estado.
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Si abriste una lata y no la consumiste completa, guarda el sobrante en envases herméticos. Así evitarás que se contaminen con el ambiente o con otros alimentos.
Ya tienes los tips para conservar tus alimentos enlatados. Para que los implementes de mejor forma, profundiza sobre este tema en nuestra sección de conservación. ¡Tenemos mucho contenido almacenado para ti!