La limpieza y desinfección es esencial para mantener tu despensa ordenada y libre de gérmenes. Por eso, hay que realizarla correctamente. ¿Sabes cómo hacerlo? ¡No te preocupes! Aquí te mostramos cómo.
Aunque se les acostumbra a confundir, estos conceptos son distintos.
La limpieza es eliminar todo rastro de suciedad, comida o grasa, pues origina la proliferación de microorganismos nocivos para la salud.
La desinfección, en tanto, se realiza después de limpiar, y se refiere a eliminar todos los gérmenes y bacterias de las superficies y objetos.
Porque en conjunto permiten evitar la aparición y contagio de diversas enfermedades e infecciones. Es decir, son complementarios. Hacer solo limpieza o solo desinfección no tiene sentido, porque significa que el proceso de higiene está incompleto. Por algo uno se hace primero, y el otro después. Uno quita la mugre y el otro los gérmenes.
Saca todo lo que hay en tu despensa: frascos, paquetes, papeles, etcétera. La idea es dejar despejado para comenzar con la limpieza.
Fíjate si tienes alimentos en mal estado, fijándote en las etiquetas o en su apariencia. Esto último, si almacenaste algún paquete abierto, que se pudo haber echado a perder.
Es muy importante que lo hagas, para lograr resultados óptimos. Recuerda que cada producto tiene una forma de uso distinta. Algunos requieren diluirlos en cierta cantidad de agua, dejarlos actuar por un tiempo determinado o simplemente no enjuagarlos.
Parte por la despensa, aplicando tu limpiador favorito por todos los rincones. Luego frota con el paño, ojalá mojado con agua caliente, para retirar todas la suciedad de las superficies.
Repite este paso con los recipientes de alimentos, independiente si son plásticos o de vidrio. Recuerda que si les queda polvo o restos de comida, pueden albergar bacterias.
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Pasa un trapo con agua por todos los rincones que limpiaste. Así evitarás que el mueble se contamine por arrastre.
Pasa el desinfectante por toda tu despensa. No te olvides de seguir las instrucciones del envase.
Usa un paño o papel secante para quitar todo rastro de humedad. Es importante que lo hagas, ya que si el mueble queda humedecido, puede dar origen a la aparición de gérmenes, como hongos.
Categoriza los alimentos por sección, por ejemplo, desayuno, almuerzo u once. También etiquetado los envases con su contenido y fecha de vencimiento. Y por último, guárdalos en su lugar correspondiente, ojalá que los que caducan primero los dejes visibles, para evitar que se descompongan y contaminen el resto de los alimentos.
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Idealmente, 1 vez al mes, para evitar que se acumule mucha suciedad o bacterias. Si no puedes, la próxima vez que limpies deberás redoblar el esfuerzo para que tu despensa quede totalmente higienizada.
Ya sabes cómo limpiar y desinfectar correctamente tu despensa. Te invitamos a profundizar sobre la higiene de tu cocina, ingresando aquí. Siempre estamos actualizando nuestro almacén de contenidos.