¿Te has puesto a pensar cuánto desperdicio de alimentos generas cada día? Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), un tercio de los alimentos destinados para el consumo humano se pierden. Esto ha constituido un problema considerando que en el mundo aún existen personas que no tienen acceso a los alimentos, además de lo difícil que se ha vuelto mantener las cosechas saludables producto del cambio climático. 

Pese a las altas cifras, podemos hacer algo para aprovechar al máximo los alimentos y evitar que estos se desperdicien sin ser consumidos. En este artículo te explicamos más sobre este fenómeno y qué puedes hacer para evitar el desperdicio de alimentos.

¿Qué se entiende por pérdida y desperdicio de alimentos?

La pérdida de alimentos es entendida como aquella merma producida a lo largo de la producción, poscosecha, almacenamiento o procesamiento de alimentos, antes de llegar a la venta minorista. Por otro lado, el desperdicio está asociado a la disminución de aquellos alimentos que se pierden por el mal almacenamiento en cadenas comerciales o de los consumidores. 

Este problema es de alcance mundial. Según la FAO, anualmente se generan 1.300 millones de toneladas de pérdida y desperdicio de alimentos. Esta realidad no es menor considerando la escasez de alimentos que existe en algunas regiones del mundo y también las condiciones climáticas que cada vez complican más las cosechas. 

En esa misma línea, la ONU emitió el Índice de desperdicios de alimentos 2021, el cual evidencia que en 2019 se produjeron 931 millones de toneladas de alimentos desperdiciados a nivel mundial, lo que equivale al 17% de la producción total de alimentos. 

Respecto a la cadena alimentaria, el informe destaca que el 61% de los desperdicios se genera en el consumo doméstico, el 26% en el servicio de alimentos y el 13% en el sector comercial. Sin duda es un gran problema que también incide en el deterioro medioambiental. La ONU estima que entre el 8 y 10% de los Gases de Efecto Invernadero es generado por alimentos desperdiciados. 

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¿Qué hacer para disminuir el desperdicio de alimentos?

El actuar de las personas es clave para disminuir el impacto de los alimentos que son desperdiciados. Muchas veces los productos alimenticios se pierden por su mal almacenamiento, la compra al por mayor y por el descarte estético de frutas y verduras.  Estas son malas prácticas culturales que tenemos insertadas, pero que de a poco podemos ir cambiando para generar un impacto positivo. 

Lo primero para genera un cambio es tomar conciencia del problema, eso nos llevará a incorporar nuevos hábitos y acciones para evitar que los alimentos terminen en la basura. Sigue estos consejos:

1. Compra conciente de alimentos:

Cuando vas a la feria, al almacén o al supermercado, ¿piensas primero sobre cuánto debes comprar? Siempre debemos considerar cuántos alimentos consumimos de forma mensual o semanal y comprar acorde a ello. 

Si compras dos kilos de manzana, pero en tu hogar se come poco, es muy probable que estas se echen a perder y terminen en el tacho de la basura. Por ello, compra las verduras y frutas preferentemente semana a semana y según la cantidad en que se consuman. 

2. Almacenaje de comida: 

Procura siempre guardar los alimentos de forma correcta en la despensa o en el refrigerador. Utiliza frascos de vidrio o plástico duro herméticos para evitar que factores ambientales como la humedad  y temperatura los deterioren. 

3. Cocina por porciones: 

A muchos les ha pasado que cocinan fideos para un regimiento cuando en el hogar son pocas las personas. Aprende a medir las porciones para cocinar según los miembros de tu hogar. En el caso que sobre comida, busca alternativas para reinventar un nuevo plato para la cena o el día siguiente. También hay algunos alimentos que puedes congelar y comer días después. 

Lo importante es que siempre guardes la comida que te sobre en el refrigerador, nunca lo dejes a temperatura ambiente. Si vas a dejar la comida en la nevera, debes comerla al día siguiente; si lo guardas en el congelador, puedes comerlo unas semanas después. 

4. Aprovecha al máximo tus vegetales y verduras:

A veces cometemos el error de descartar un alimento solo por su apariencia, ignorando que aún conserva su valor nutricional. Mientras no haya comenzado su proceso de descomposición o no haya cumplido su fecha de caducidad, esa comida está en perfecto estado para ser consumida.

También puedes aprovechar los tallos del brócoli, la acelga o la coliflor, como también las hojas de la betarraga para preparar exquisitos guisos, sopas, cremas e incluso salsas y pastas para untar. 

5. Haz un compostaje con tus residuos de alimentos naturales:

Como te contamos en un artículo anterior, puedes reducir tu basura reutilizando las cáscaras y restos de vegetales y frutas que no consumirás. De forma muy sencilla puedes compostar tus residuos orgánicos en casa y obtener un fertilizante natural para tus plantas. 

Aprende a hacer tu propio compost: Compostaje: técnicas para aprovechar los desechos orgánicos

Aprovecha tus alimentos y evita su desperdicio

Todos podemos ser agentes de cambio para evitar que los alimentos se vuelvan un desperdicio. Con simples acciones puedes contribuir a disminuir el impacto medioambiental que genera la pérdida de alimentos. 

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