¿Se puede congelar el queso? Si estás acá, probablemente compraste demasiado queso y necesitas conservarlo, o simplemente tienes curiosidad. Si quieres saber la respuesta definitiva, continúa leyendo, ¡hay mucho que aprender sobre el queso y su forma de congelación!
¿Se puede congelar el queso?
La respuesta corta es sí, se puede congelar el queso. Sin embargo, no todos los tipos de queso se congelan de la misma manera, y el resultado puede variar en sabor y textura, dependiendo de cómo lo hagas.
Hay que tener en cuenta que congelar lácteos, como el queso, no siempre nos da buenos resultados, debido a las diferencias en los puntos de congelación entre la grasa y el agua. Lo que pasa es que durante el proceso de congelación, la grasa y el agua presentes en el queso se congelan en momentos diferentes, lo que puede provocar que se separen.
Al descongelarse, esta separación se intensifica, teniendo como resultado una textura desmenuzada.
A pesar de esto, hay algunas variedades de queso que pueden congelarse sin problemas, mientras que otras no, dependiendo de su contenido de agua y grasa, así como también de su textura. A continuación te enseñamos cuáles son las que se congelarán sin dificultades.
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Tipos de quesos que se pueden congelar
Si bien, como te mencionamos antes, cualquier queso se puede congelar, hay algunos que tienen mejor tolerancia a este proceso, como por ejemplo:
1. Quesos duros de textura firme
Son quesos duros el parmesano, suizo, el cheddar, entre otros. Estos tipos de quesos tienen una estructura firme y una baja humedad, lo que los hace ideales para congelar. Eso sí, se recomienda rallarlos antes de congelarlos para facilitar su uso posterior en recetas como salsas, gratinados o pastas.
2. Quesos semiduros
Quesos semiduros como el gruyere, el mozzarella o gauda tienen una textura más suave que los quesos duros; y aún conservan suficiente firmeza como para ser congelados. Este tipo de quesos se recomienda congelarlos en trozos o rebanadas, para luego facilitar el manejo de ellos una vez descongelados.
¿Qué pasa si se congela el queso fresco?
Los quesos frescos, como el queso crema, ricotta o el queso de cabra, también se pueden congelar, aunque dado que tienen una textura más suave, menos firmeza y más agua, es probable que pierdan sabor, por esto se recomienda que luego de descongelarse se utilicen en recetas cocidas, como dips, rellenos o en platos horneados.
En cuanto a otros quesos, como el queso azul, queso con hongos o el queso roquefort, no se recomienda congelarlos, ya que luego de este proceso de desmigajarán con facilidad. Si no tienes problema con esto, puedes hacerlo de todas maneras y probar cómo queda.
Cómo congelar el queso: 3 consejos
Para congelar correctamente el queso, te recomendamos seguir estas indicaciones:
- Envuelve el queso herméticamente en papel film o papel de aluminio antes de colocarlo en una bolsa de congelación para evitar la formación de cristales de hielo y la pérdida de sabor.
- Etiqueta los quesos con la fecha de congelación para que puedas usar el queso dentro de un tiempo razonable y evitar que se eche a perder.
- Descongela el queso lentamente en el refrigerador antes de usarlo. Evita descongelarlo a temperatura ambiente, porque puede provocar un crecimiento bacteriano no deseado.
¿Cuánto tiempo se puede congelar el queso?
Si bien puede variar dependiendo del tipo de queso, en general se recomienda congelar por un periodo de hasta 2 a 3 meses para mantener su calidad.
Congela correctamente y evita el desperdicio de alimentos
Reducir el desperdicio de alimentos no sólo contribuye al cuidado del medio ambiente, sino también a maximizar el uso de nuestra comida y ahorrar dinero. ¡Sigue estos consejos para conservar distintos tipos de quesos por más tiempo!
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