Cuando las temperaturas bajan y el clima se vuelve más frío, no solo cambiamos nuestra ropa: también adaptamos nuestra alimentación. El invierno trae consigo alimentos típicos de la temporada que requieren cuidados especiales para mantener su frescura y propiedades nutricionales. En esta guía te explicamos cómo conservar los alimentos en invierno, especialmente frutas y verduras, para que duren más tiempo y evites desperdicios en tu despensa o refrigerador.
¿Qué alimentos se consumen en invierno?
Durante el invierno, solemos optar por alimentos más calóricos y reconfortantes, como legumbres, papas, zapallo, carnes rojas y caldos. Pero también es importante consumir frutas y verduras de estación que aporten vitaminas y antioxidantes.
Entre los alimentos que se consumen en invierno destacan:
- Frutas: naranja, mandarina, manzana, pera, kiwi
- Verduras: acelga, espinaca, brócoli, repollo, zanahoria
- Legumbres: lentejas, porotos, garbanzos
- Tubérculos: papa, camote, betarraga
Aprovechar los alimentos de invierno no solo es una opción más económica, sino también más nutritiva, ya que están en su punto óptimo de sabor y calidad.
¿Cómo conservar los alimentos durante el invierno?
El frío ayuda naturalmente a mantener ciertos alimentos por más tiempo, pero eso no significa que podamos descuidar su almacenamiento. Acá te dejamos consejos clave para conservar tus alimentos en buen estado durante toda la temporada.
1. Almacena según el tipo de alimento
- Verduras de hoja: como la lechuga, espinaca o acelga, deben guardarse limpias y secas en bolsas perforadas dentro del refrigerador. También puedes envolverlas en papel absorbente para prolongar su frescura.
- Frutas cítricas: como el limón, naranjas y mandarinas, pueden mantenerse fuera del refrigerador, en un lugar fresco y ventilado. Si ya están maduras, mejor guardarlas en el refrigerador.
- Tubérculos y raíces: papas, cebollas o camotes se deben conservar en cajas de cartón o bolsas de papel, alejados de la luz y en ambientes secos. Nunca los guardes junto con frutas, ya que el gas etileno que estas liberan acelera su deterioro.
- Legumbres secas: guárdalas en frascos de vidrio con tapa hermética, en un lugar fresco, seco y oscuro para evitar la humedad y la aparición de insectos.
2. Refrigera correctamente
- No sobrecargues el refrigerador. El aire frío debe circular entre los alimentos para mantener una temperatura uniforme.
- Mantén la temperatura entre 1 °C y 5 °C para evitar el desarrollo de bacterias.
- Usa envases herméticos o bolsas de cierre para evitar que los olores se mezclen y los alimentos se contaminen.
3. Congela porciones
Si compraste alimentos en cantidad o no los vas a consumir de inmediato, la congelación es tu mejor aliada. Puedes congelar sopas, legumbres cocidas, caldos, verduras blanqueadas e incluso frutas.
Consejos para congelar:
- Usa bolsas o envases aptos para congelación.
- Etiqueta cada porción con la fecha.
- Retira el aire de las bolsas para evitar quemaduras por congelación.
- Divide en porciones pequeñas para descongelar solo lo necesario.
4. Conservar verduras para el invierno: métodos útiles
Si te preguntas cómo conservar las verduras para el invierno, además de refrigerarlas o congelarlas, existen otras técnicas útiles:
- Blanqueado y congelación: hervir brevemente las verduras y luego sumergirlas en agua con hielo antes de congelarlas. Esto ayuda a mantener textura y color.
- Deshidratación: ideal para tomates, zanahorias o champiñones. Puedes hacerlo al sol, en horno a baja temperatura o con deshidratadores eléctricos.
- Encurtidos y conservas: puedes hacer conservas de repollo (chucrut), pepinos, zanahorias o betarragas. Solo necesitas vinagre, sal y especias para mantenerlos por varios meses.
Evita el desperdicio y organiza tu despensa
Conservar bien los alimentos durante el invierno no solo te permite ahorrar dinero y reducir desperdicios, sino también mantener una alimentación saludable en esta época del año. Asegúrate de aprovechar los productos de estación y aplicar estos consejos para prolongar su vida útil.
Recuerda los siguientes consejos:
- Usa primero los alimentos más antiguos (regla FIFO: First In, First Out).
- Mantén una lista de lo que tienes y evita compras innecesarias.
- Guarda alimentos secos (harinas, cereales, frutos secos) en frascos herméticos.
El secreto está en la organización, limpieza y almacenamiento adecuado. Si cuidas tus alimentos, ellos cuidarán de ti.
Conoce buenas prácticas en la conservación de alimentos en nuestro blog.